Las Health 800 son ideales como zapatillas de base por su gran polivalencia ya que, siendo unas perfectas rodadoras con las que acumular tantos kilómetros como se quiera, también responden con relativa agilidad si se le piden ritmos medios e incluso altos.

No son unas zapatillas voladoras, ni siquiera unas mixtas, pero con ellas te puedes desenvolver sin problemas a ritmos que coquetean con los 4’/km e incluso menos sin tener que verte penalizado cuando decidas ir a ritmos mucho más tranquilos.

En cualquiera de los dos casos, seguro que agradeces mucho sus apenas 260 gramos, peso que se encuentra en el rango inferior de lo que suelen marcar las zapatillas de este segmento.

Podrás aprovechar su amortiguación independientemente de tu peso y, aunque no sea de un tacto especialmente blando, no las notarás firmes aunque lleves corriendo con ellas un millón de kilómetros sin descansar.

Ese reducido recorrido de la amortiguación, sumado a su buena base de apoyo y lo relativamente cerca que vas del suelo les confiere una estabilidad muy interesante para las tiradas largas en las que, con el paso de los kilómetros la técnica tiende a empeorar.

Relativamente amplias de upper, con acolchados suficientes para mantener las mismas cotas de confort de la mediasuela, te las podrás ajustar tanto como desees.

Ideales también como zapatillas de competición para media maratón y maratón, si te llama más la atención el upper tipo knit prueba con las Health 5066 que tienen una suela y mediasuela análogas a la de las Health 800 o si lo que quieres es mantener todo esto pero con un upper de rejilla algo más clásico, entonces tus zapatillas son las Health 899.